Pablo, lendo a súa creación aos seus compañeiros |
El agua, fuente
de vida
Miércoles 18 de abril, 2067.
Ya han
pasado cinco días desde que la ley marcial fue activada a escala mundial. El
mundo se ha visto colapsado y lleno de atentados terroristas desde que fue anunciado
oficialmente hace una semana el agotamiento de los últimos suministros de agua
internacionales sobre el planeta. La tercera guerra mundial ha estallado por
causa de lo que muchos ya se esperaban, una guerra producida por la falta del
recurso más importante para la supervivencia sobre la Tierra , el agua, que dio
vida a todo lo que hoy en día nos rodea. Todas las grandes potencias del mundo
han planeado realizar alianzas con otras con el fin de conseguir los
suministros privados de otras naciones y de ese modo asegurar su supervivencia
por encima del resto.
Martes 21 de mayo, 2067.
La guerra
lleva ya más de un mes en activo. Varias de las grandes potencias ya han
desaparecido: Japón, Alemania, Rusia… son países en los que ya nadie vive, o
bien murieron por deshidratación o bien han perecido en la guerra. De momento
el control está siendo ejercido por la alianza chino-americana, que ha
sustraído agua de los depósitos de los países que han ido derrotando durante
este primer mes de guerra. Potencias menores están sufriendo revueltas
continuas de sus sedientos y secos habitantes, que junto con ataques de
ejércitos rivales, las ponen al borde de su desaparición.
Viernes 3 de agosto, 2067.
Tan solo
quedan 13 países en la batalla por su supervivencia. El poco agua de lluvia que
llegaba a la Tierra
ya no lo hace debido al calentamiento global. China y EEUU continúan ejerciendo
el control en el mundo. Ellos son los poseedores de la mayoría de reservas de
agua del planeta, y, sin duda, no durarán ni un segundo en hacerse con el
control de más.
Domingo 28 de noviembre, 2067.
La guerra
por fin terminó. Las potencias supervivientes son EEUU y China, que llevaban
dominando la guerra desde el principio hasta el fin. Por mi parte, me siento
muy afortunado de continuar con vida, sin embargo, me embarga el sentimiento de
tristeza profunda por haber perdido a los míos, ya que la única razón por la
que continúo con vida es porque hace dos años emigré aquí a América, a los
EEUU.
“Miles de
personas han sobrevivido sin amor. Ninguna sin agua”
W. H.
Auden.
Pablo
Villar del Río, 4 ESO A
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