jueves, 1 de mayo de 2014

RELATO GAÑADOR DE 4º ESO

Pablo, lendo a súa creación
aos seus compañeiros
El agua, fuente de vida

Miércoles 18 de abril, 2067.

Ya han pasado cinco días desde que la ley marcial fue activada a escala mundial. El mundo se ha visto colapsado y lleno de atentados terroristas desde que fue anunciado oficialmente hace una semana el agotamiento de los últimos suministros de agua internacionales sobre el planeta. La tercera guerra mundial ha estallado por causa de lo que muchos ya se esperaban, una guerra producida por la falta del recurso más importante para la supervivencia sobre la Tierra, el agua, que dio vida a todo lo que hoy en día nos rodea. Todas las grandes potencias del mundo han planeado realizar alianzas con otras con el fin de conseguir los suministros privados de otras naciones y de ese modo asegurar su supervivencia por encima del resto.

Martes 21 de mayo, 2067.   

La guerra lleva ya más de un mes en activo. Varias de las grandes potencias ya han desaparecido: Japón, Alemania, Rusia… son países en los que ya nadie vive, o bien murieron por deshidratación o bien han perecido en la guerra. De momento el control está siendo ejercido por la alianza chino-americana, que ha sustraído agua de los depósitos de los países que han ido derrotando durante este primer mes de guerra. Potencias menores están sufriendo revueltas continuas de sus sedientos y secos habitantes, que junto con ataques de ejércitos rivales, las ponen al borde de su desaparición.

Viernes 3 de agosto, 2067.

Tan solo quedan 13 países en la batalla por su supervivencia. El poco agua de lluvia que llegaba a la Tierra ya no lo hace debido al calentamiento global. China y EEUU continúan ejerciendo el control en el mundo. Ellos son los poseedores de la mayoría de reservas de agua del planeta, y, sin duda, no durarán ni un segundo en hacerse con el control de más.

Domingo 28 de noviembre, 2067.

La guerra por fin terminó. Las potencias supervivientes son EEUU y China, que llevaban dominando la guerra desde el principio hasta el fin. Por mi parte, me siento muy afortunado de continuar con vida, sin embargo, me embarga el sentimiento de tristeza profunda por haber perdido a los míos, ya que la única razón por la que continúo con vida es porque hace dos años emigré aquí a América, a los EEUU.

“Miles de personas han sobrevivido sin amor. Ninguna sin agua”
W. H. Auden.

Pablo Villar del Río, 4 ESO A


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